No olvides tu boca (minificción)

domingo, octubre 23, 2005

Desperté con las manos aún oliendo a él. Fuimos sólo nosotros, los de antes. Esos que se amaban. Y no nos importó nada más que nuestros cuerpos firmando un pacto, más allá de lo que pudiera ocurrir hoy, mañana.

Amaneció y se fue.

Aquí estaré para cuando tu cuerpo se canse de buscarme en esa que no soy yo, le dije más tarde al otro lado de la línea y colgué el teléfono. Esperaba dormir pronto. Quería olvidar.

1 comentarios:

Kramer dijo...

La rosa en la esperanza engaño en la garganta,
regresan las visiones, torna al inexistente. También así mi dulce le enciende los ojos cubiertos por el musgo.

atte Kramer