Esa tarde lloré por ti, lloré mucho. Pero sólo fue una tarde o tal vez dos. De lo que si me acuerdo es fue largo llanto prolongado, me deshice en lágrimas, quise llamarte pero no lo hice, para qué.
Hoy ya no lloro.
Hoy estoy a punto de olvidarte.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Venía bien, con algo así como una rara mezcla de enojo con fortaleza.^Pero "Hoy estoy a punto de olvidarte" mostró demasiada fragilidad... Seguirá llorando sin remedio...
Si del odio al amor hay un paso, del llanto al olvido debe haber menos... Un abrazo.
Olvidar, olvidar, olvidar...que sencillo no?...pero las letras no olvidan, no las que cubren mi cuerpo, llenas de el...que teniendolo al lado lo extraño tanto...horribles realidades...
Saludos y un fuerte abrazo.
La soledad alimenta el olvido, cuando la voluntad ayuda, pero como dice Graciela, no hay nada peor que la soledad en compañia
Si has decidido olvidar, vas a lograrlo, ni duda cabe mi querida Opphelia y tus razones para ello debes tener ni duda cabe
Te abrazo con cariño oaxaqueño
Publicar un comentario