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Un poeta, es aquel que elige el imposible como coartada,
un poeta, es el retrato de cualquier hombre en postura incomoda,
un poeta, es nuestra cara pero con otros ojos;
un poeta, es aquel que se dirige a los otros,
cuando habla consigo mismo.

Un poeta, es aquel que sueña con paraísos,
donde nunca seria admitido;
un poeta, es el único testigo de convencernos
de que no somos totalmente culpables, ni inocentes;
un poeta, es sólo el medium de lo que no ha muerto en los hombres,
un poeta, es un profeta desplazado por los publicistas,
un poeta, es tan humilde como un Dios,
pero nunca como un jefe de estado.

Un poeta, es un narcisista sin espejo,
un poeta, es el terrorista más temible,
sus armas disparan vida;
un poeta, siempre parece culpable de ser víctima,
un poeta, es ese pájaro que canta su melodía única,
apoyado en una rama adoradísima
e inexistente,
el que huye de su propiedad huida, ese es el poeta.

La poesía es esa esquina donde al fin
se reúne el hombre y su suerte.

* Lectura final de la escritora mexicana Gloria Gómez, en el Festival Internacional de Literatura “Letras en el Golfo 2003”, en el Centro Cultural Metropolitano.

Tampico, Tamaulipas, Viernes 7 de noviembre de 2003.