Asesinos (I)

[un bosquejo]

Jaime Ramón Mercader del Río, conocido, infiltrado en México como Jacques Mornard, asesino de Trotsky, belga, 36 años, fumador compulsivo, bien parecido, soltero, bebedor ocasional, buen conversador, gustaba mucho de viajar, amigable. Desilusionado, se dirigió a su estudio y de un golpe en el cráneo con un zapapico, lo mató. Era el 24 de mayo de 1940. Al día siguiente, en una pequeña celda sin luz, con el rostro herido, vendado, con el alma ardiendo y el espíritu en agonía, Jaime, esperaba su juicio mientras los investigadores intentaban que hablara, querían que hablara. Él ya había hecho y firmado una declaración por escrito, en donde se declaraba culpable, no quería saber más, tal vez ni siquiera enterarse que Trotsky trabajaba un texto suyo cuando lo mató. En su declaración dijo que la causa había sido "la desilusión sentida hacia el antiguo compañero de Lenin".


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