la puerta

sábado, julio 07, 2007

Me imagino que abro la puerta y entro al otro lado. Allá vivirá una de las dos, no sé cuál si Ofelia o Alejandra. Acá se quedará la otra. Ya no estaré nunca más dividida en mi, ni seré contradictoria a cada rato. Como Sumire y Myu en Sputnik, mi amor. Desde que leí ese libro no he podido dejar de pensar en la puerta. En dónde estará. Cómo le hago para verla, abrirla y listo!


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Imaginate que estás escuchando el radio y de repente en una cápsula de servicio a la comunidad oyes tu nombre entre la lista de personas desaparecidas. Pero tú no estás desparecido, porque obviamente estás escuchando el radio y te encuentras ahí vivito y coleando en donde quiera que te encuentres, simplemente

has cruzado al otro lado.

Entonces se podría suponer que algún porcentaje de las personas que han desaparecido en el mundo, que nunca han encontrado sus cuerpos ni han sido reportadas vistas ni hay rastro alguno de ellas, en realidad no han sido asesinadas ni secuestradas ni nada por el estilo tal vez solamente hayan cruzado al otro lado por decisión propia, y su otra mitad está aquí pero no es más esa persona, se parece, pero no es esa persona que conocíamos, se ha vaciado de la mitad de sí misma, por eso no logramos reconocerla ni verla.



3 comentarios:

Ken Ventura dijo...

Waasaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

Sandra Becerril dijo...

Me encantó tu reflexión... espero nunca estar desaparecida

besos

ángel dijo...

Alicia detrás de su propio espejo, o Pessoa frente los nombres plurales de su rostro.

Un gusto leerte.



Saludos...